En el Día Mundial del cáncer, El Mundo publicó un artículo acerca de Baby Beatles, contado por nuestra fundadora.
Desde Baby Beatles defendemos el derecho a ser madre tras un cáncer, porque la vida sigue, no se para, y tras superar un cáncer queda mucho por vivir.
Aquí os dejamos la entrevista.
DIARIO EL MUNDO
ESPECIAL DÍA DEL CÁNCER
CLARA MARÍN
Fotografía Antonio Moreno
04/02/2016 03:04
“Para mí, ser madre es un derecho fundamental, y me parece muy drástico limitar los sueños de una persona joven. Las mujeres que hemos sufrido un cáncer tenemos que encontrar la fuerza para decidir por nosotras mismas”.
La que habla es Teresa Ferreiro, mamá de Pol, un niño que vino al mundo gracias al empeño de su madre en poder tener un hijo tras su cáncer, y que al nacer se convirtió, sin saberlo, en el germen de una asociación que busca, precisamente, ayudar a otras mujeres a conseguir lo mismo.
Con 36 años, a Teresa le diagnosticaron un tumor en la mama. El diagnóstico llegó justo en el momento en que ella y su pareja, tras haber perdido al bebé que esperaban, estaban buscando un embarazo.
Teresa se vio obligada a interrumpir sus planes y se centró en curarse: leyó mucho, se informó mucho, y por fin, tras los correspondientes ciclos de quimioterapia y radioterapia, y con un gran esfuerzo personal, superó la enfermedad.
El resultado de su curación fueron dos criaturas: la primera, un libro que escribió “en un principio para mí”, pero que después pudo publicar [Un bulto en la mama]; y la segunda, su bebé, que hoy tiene dos años “y está fantástico”.
A pesar de que, como Carolina, Teresa también había criopreservado su tejido ovárico; su diagnóstico, su edad, el tratamiento que había recibido, y en definitiva, su caso, le permitían otras opciones que, en principio, le ofrecían más posibilidades para conseguir su sueño de convertirse en madre.
De esta forma, se sometió a una estimulación ovárica, y fue así cómo, tras el primer intento, y mediante fecundación in vitro, nació Pol.
Pero Teresa es consciente que no todas las mujeres pueden permitirse el desembolso económico de varios miles de euros que supone este proceso -“la seguridad social sólo paga una estimulación”- y es por eso por lo que, poco a poco, y tras encontrarse con varias mujeres que se habían resignado a la pérdida de su fertilidad, fundó Baby Beatles, una asociación cuyo nombre está inspirado en una nana de los de Liverpool que Teresa cantaba a su hijo, y que tiene como objetivo financiar el tratamiento de las mujeres que hayan superado un cáncer de mama y que, como ella, quieran ser madres tras la enfermedad. “Ellas sólo tendrían que pagar los medicamentos“, dice su fundadora.
Para poder entrar en el proceso, harían falta dos requisitos: “que la mujer esté libre de cáncer y que la infertilidad esté causada por el tratamiento recibido”, explica Teresa, que asegura que ella y el equipo médico que forman Baby Beatles, que nació hace escasamente unos meses, son “muy rigurosos” a la hora de seleccionar las candidatas.